lunes, 13 de febrero de 2012

No Lo Compre

En este viaje comparti con una persona que pienso seria el ultimo en tener intereses econimico en el tema de la venta de audios, pero me llamo la atencion su preocupacion por hablarle a la iglesia de comportamientos que tenemos encasillados en categoria de normales o que se puede hacer, pero al final tiene consecuencias negativas; por eso les comparto este nota de su autoria y ademas es publicada con su autorizacion... 



¡ No lo Compre ¡

Hemos observado con preocupación cómo ha proliferado entre nosotros la reproducción ilegal de discos compactos quemados.

       Ante esta situación perturbadora de la integridad que debe  caracterizar a la iglesia, nos vemos en la obligación de hacer pública nuestra postura.

       Comenzamos aclarando que no tenemos intereses comerciales en el negocio de los discos compactos; no los producimos ni tampoco los comercializamos. No respondemos a los intereses de los productores. Nos preocupa, eso sí, la salud espiritual de quienes se lucran con este negocio ilegal, y de los que se contaminan comprándolos,  sean quienes sean; porque es nuestra absoluta convicción, que esta práctica, no sólo es un delito, sino, más grave aún, es un pecado.

       La excusa que ofrecen quienes venden y compran  discos compactos quemados, -y por extensión, cualquier otra copia ilegal- es que los originales son caros.  Carecemos de elementos de juicio para discutir eso. Pero en atención a los principios  absolutos de La Palabra de Dios, queremos dejar bien claro que un cristiano no debe argumentar esa razón para pecar. 

Cuando Jesús nos enseñó: “buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”, estaba justamente estableciendo lo que significa un principio divino. Es decir, antes de asumir una conducta debemos considerar PRIMERO la opinión de Dios.

Si Ud. no puede pagar lo que vale un disco original, sencillamente, no lo compre. Si lo compra, está adquiriendo un producto proveniente del delito. ¿Cree Ud. que es correcto que un cristiano contribuya de esa manera con el crecimiento de la maldad?

Se argumenta también que los productores de estos compactos originales ganan mucho dinero en ese negocio. Con toda honestidad, nosotros no podemos negar ni afirmar esa suposición. Lo que sí creemos rotundamente es que esa postura, aun cuando sea cierta, no es bíblicamente válida para adquirir discos quemados ilegalmente; pues el pecado de otros no debe justificar el nuestro. La responsabilidad moral de las personas ante Dios es PERSONAL. Las Sagradas Escrituras nos enseñan que “el amor no hace nada indebido”; “Si decimos que tenemos comunión con Dios, y andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad”.

Como cristianos tenemos que velar no sólo por lo que hacemos sino por lo que somos.